Conversar con los niños desde que manifiestan sus primeras inquietudes es muy importante. Lo aconsejable es evitar la prohibición y la sanción.
Se deben brindar las condiciones para que el niño consulte, cuente y aprenda. (Internet)
Los niños son muy curiosos. Primero se exploran, luego descubren las diferencias con el otro sexo, después se preguntan por qué los mayores se besan o cómo nacen los niños.
“Hay que conversar con los niños desde que manifiestan sus primeras inquietudes”, señala Carmen Bravo de Rueda, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma. “Muchos padres se escandalizan cuando ven a sus hijos tocarse los genitales, pero esa crítica lo único que hace es crear vergüenza”, agregó.
En tal sentido, lo aconsejable es evitar la prohibición y la sanción, pues la idea es informar. Para empezar, los padres deben llamar a los órganos por su nombre, nada de “pajarito”, “palomita” o “cosita”. La sexualidad debe ser sana y natural, con respeto, valores y un lenguaje adecuado.
“Enseñar no es incitar. Al contrario, es prevenir y evitar que el niño caiga en situaciones peligrosas, tales como los tocamientos indebidos por parte de extraños. Se deben brindar las condiciones para que el niño consulte, cuente y aprenda”, precisó la psicóloga.
Fuente: peru21.pe
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