viernes, 4 de noviembre de 2011

Piénsalo dos veces: Los riesgos de las cirugías plásticas


Todas las cirugías dejan cicatrices e implican graves riesgos, incluso las estéticas.  Foto: Thinkstock

Todas las cirugías dejan cicatrices e implican graves riesgos, incluso las estéticas.
Foto: Thinkstock

Todos los tratamientos médicos, incluso los más sencillos, implican ciertos riesgos para el paciente. Lo mismo ocurre con las cirugías plásticas: el hecho de que sean estéticas no las vuelve menos cirugías.  
 En el mundo de las cirugías estéticas, los principales riesgos que asume un paciente son el rechazo al implante, tener una mala cicatrización, que la piel pierda color, provocar una asimetría en el cuerpo o sufrir alergias a la anestesia. La mayoría de estos efectos no deseados pueden revertirse pero, la mayoría de las veces, con una segunda intervención.
 Otro de los posibles riesgos es contraer una infección durante la intervención o el postoperatorio, por eso es importante operarse en un lugar que cumpla con todos los requisitos sanitarios.

Dolor y cicatrices
 Cualquier operación genera incomodidad, dolor o sentimiento de molestia. La intensidad del malestar depende de la persona y de su umbral de dolor. Para reducir al mínimo el dolor es importante seguir al pie de la letra las indicaciones y recomendaciones del cirujano.
 Todas las cirugías dejan cicatrices, incluso las estéticas. Los factores que determinan el tamaño y la forma son: el tamaño de la incisión, la ubicación en el cuerpo y el proceso de cicatrización de cada persona. Lo más recomendable para minimizar las marcas es no tomar sol, usar cremas ricas en vitamina A y cuidar lo más posible la zona operada.

Lo fundamental
 Lo más importante para el paciente es tener un médico de confianza, que sea quien determine si la operación puede o no realizarse. Es primordial que la intervención se realice en un hospital o clínica habilitado, que esté preparado para enfrentar cualquier situación.
Siempre, antes de cualquier operación debes realizarte análisis pre quirúrgicos: estudios del corazón, análisis de sangre y las pruebas que el médico determine.  
 Una vez que el médico autorizó la operación, lo mejor es cambiar algunos hábitos: dejar de fumar, ponerse en línea y bajar esos kilitos de más, y si consumes algún medicamento, consultar con tu médico si es compatible con una operación. Un dato no menor: la edad avanzada es un factor que aumenta los riesgos de la cirugía.  
 Pero lo más importante es no obsesionarse con la perfección, porque es  inalcanzable para todos. Una cirugía estética sólo cambia la fisonomía de nuestro cuerpo pero eso no nos garantiza el bienestar ni la felicidad.


Fuente: terra.com.pe


VOTAR Y COMENTAR ES AGRADECER.

No hay comentarios:

Publicar un comentario